En la esquina, la dirección que tenía anotada en un papel. Sus planes oficiales son: trabajar, tomar remedios, hacer algunas tareas domésticas y cuatro comidas diarias. No drogarse hasta no entender, no tomar hasta haber tenido que fumar el atado entero de cigarrillos. Sus planes oficiales se contradicen un poco con el resto de sus planes.
Encuentra el lugar y decide irse.
Hoy no debe ir a trabajar y se propone conocer lugares cercanos a su departamento. Museo de Ciencias Naturales, Fundación Marie Curie… “cuánta cosa”, piensa. “Cuanta cosa que no conozco y que acá está”. Le resulta reconfortante tener este tipo de pensamientos para nada intelectuales, casi correspondientes a un orden de la infancia, en aquellos momentos en que algo es descubierto y causa sorpresa de algún tipo. Es como si se volviera un poco ingenua. Le gusta eso. Le gusta este dìa y hoy no quiere ir a dormir.
2 comentarios:
qué lindo no querer ir a dormir, decir ya está, estoy pernoctada y qué, el reloj no es el tiempo. es la parte infantil más inteligente. la siesta era el peor monstruo, me remitió a eso.
zzzZzzZzzZzz.. ya dejemos de mamar el plan oficial wake up
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