Entrevista a Lautaro Delgado

Para VíaLibre-ComplejoTeatral de BsAs
“¿Cómo es posible seguir representando lo que uno mismo es, cuando el que se fue te constituye como persona?”

El pasado 25 de febrero, se estrenó en el Teatro Sarmiento la primera obra correspondiente a la temporada 2012 del CTBA: Golpe de Aire, con dramaturgia y dirección de Marcelo Mininno. A continuación, una reseña de lo conversado con Lautaro Delgado, uno de los protagonistas del espectáculo, en su casa de Villa Crespo.

FORMAR EL GRUPO DE TRABAJO

Hace unos seis años formamos un grupo de diez colegas para entrenar actuación. Nos dábamos clases entre nosotros, cada día guiaba una persona distinta. Ahí lo conocí a Marcelo (Mininno) y surgió su necesidad de querer dirigir. Nos convocó a mí, a Andrés D´Adamo y a Rodrigo González Garillo y comenzamos un hermoso y extenso recorrido con Lote77. Golpe… es -de alguna forma- una continuación de ese proceso, pero con un nuevo grupo de trabajo: Rodrigo ya no pudo estar y se sumaron Silvia Oleksikiw, Germán Rodríguez y Raquel Sokolowicz. Cuando nos juntamos él no tenía una idea definida acerca de sobre qué quería trabajar. De hecho, el tema del duelo salió a los seis meses de ensayo. Sin embargo, desde un comienzo surgió una inquietud en relación a la familia, a la historia particular de cada uno de nosotros: Uno de los primeros trabajos fue recordar el árbol genealógico y averiguar sobre el origen de nuestra familia, por si había alguna laguna. Estoy muy contento de que después de dos años de ensayo y experimentación hayamos arribado a lo que llegamos, porque en el último tiempo ya nos hacía falta poder compartirlo con el público.

EL PROCESO CREATIVO

Con Marcelo nos preguntamos -y sobre todo en procesos tan largos-, “¿Hasta qué punto el personaje es otro que no soy yo?” Hay algo de ese juego de entrada y salida del personaje en la obra: existe una casa que opera como escenario dentro de un escenario; cuando los personajes entran a escena se presentan, dicen “yo”; y cuando salen de la casa, siguen en el escenario, pero como actores.

EL DESAFÍO DEL PERSONAJE

A veces, el personaje está en medio de los dos actores que lo interpretan y se da una lucha por la toma de poder del mismo personaje. Se trata de un mal escritor, que oscila permanentemente entre la metáfora y la literalidad, y que está atrapado en un fracaso constante del cual trata de salir hasta las últimas consecuencias. En ese contexto, transita algo desolador, que es a lo que se enfrenta una persona cuando alguien no está más en el mundo de la representación real. ¿Qué pasa cuando alguien entrañable, amado, no está más? ¿Cómo es posible seguir representando lo que uno mismo es cuando el que se fue te constituye como persona? Luego, deberá atravesar el momento de darse cuenta de que aquel que se fue no volverá nunca más.

TEÑIR DE REALIDAD A LA FICCIÓN

En ese largo proceso de creación de la obra se nos filtraban temas coyunturales de la realidad, como la ley de medios. Según el diario que uno lee, puede ver una Argentina distinta. En ese sentido, la reescritura posibilita que existan tantas versiones de lo que ocurrió como personajes que narren una historia. La realidad se construye como tal según el punto de vista que se elija tomar, o sea que hablar de un periodismo objetivo es una fantochada, porque quien escribe, lo hace con una ideología previa -desde un punto de vista-, y siempre hay una persona ahí.

Otro hecho que tuvo anclaje en la realidad nacional fue que la historia suceda en 2001, un momento de caída de las envestiduras, donde la realidad estaba movilizada, extraña y los actores políticos no sabían cómo actuar.

ADEMÁS DEL TEATRO, CINE

Estoy esperando el estreno (que será a fines de mayo) de una película en la que trabajé que se llama Topos y está dirigida por Emiliano Romero. Tiene un elencazo: Pompeyo Audivert, Leonor Manso, el Puma Goity, Osqui Guzmán, María Figueras, Ludovico Di Santo y Mauricio Dayub son algunos de los actores. Es muy oscura y fantástica: se trata de una persona que vive debajo de la tierra, que secuestra a alguien que vive arriba y se hace pasar por él.