jueves, 25 de agosto de 2011
Es el tercer día que esto se repite: entra a su casa, pasa a su habitación, vuelve a la cocina, toma un te, saca la basura y atrás de la puerta descubre un paquete con su nombre. Ya tiene tres paquetes. No abrió ninguno. Son casi idénticos y tienen el tamaño de su mano extendida. Se pregunta qué la detiene a abrirlos. "Prefiero vivir con intriga impostada", se repite a sí misma mientras guarda los paquetes en el tercer cajón del armario. Escucha un disco de Prince. Se duerme durante la última canción. Al despertar tiene mucho hambre y abre los paquetes en un acto que parece inconexo, pero que en su estado de vigilia incompleta se podría interpretar como que busca la comida en los paquetes. Uno de ellos contiene una bolsa con agua y un pez adentro, otro está vacío, y dentro del otro -a su vez- encuentra otro paquete más. Lo abre. En un papel han escrito un número de teléfono con la palabra "Lobos".
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1 comentario:
holis!!
muy bueno, casi todos mis actos parecen inconexos, asi que me senti un poco como identificada
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