viernes, 25 de febrero de 2011

con don Freud en la línea B

el hombre que está sentado al lado mio en el subte está leyendo algo que -intuyo- puede interesarme. con total desparpajo, me dispongo a pispear y en cada oración que leo gano confianza para seguir un poco más. el texto tiene el nombre de su autor arriba. como vivo en 2011, lo googleo. encuentro el texto completo. hay un párrafo que me llama superlativamente la atención. dice: "En la búsqueda del medio para poder superar las dificultades que le impedían alcanzar sus objetivos, el ser humano ha recurrido a diversos métodos y artilugios para lograr la modificación de las situaciones de sufrimiento. ¨El más crudo, pero también el más efectivo de los métodos destinados a producir tal modificación es el químico: la intoxicación¨.”

El comienzo del texto habla de que según Freud, en su problema de "ilusión de felicidad", el ser humano evita el dolor.

Luego, explica que el “dolor de existir” se constituye a partir de ese “vacío” que se presenta como realmente el efecto doloroso de la ausencia de la palabra, de la incapacidad de producir acciones que les permitan concretar lo que se plantean como anhelo, de la despiadada demanda que lo amarra a la posición de objeto de Goce, de la fragilidad que implica el no tener un alojamiento sólido en el reconocimiento del Otro que los habilite como sujetos separados de él.-

gong.

1 comentario:

Maruh dijo...

Como le va, doña, tanto tiempo. Genial cascada de ideas, me gustó mucho.