sábado, 18 de diciembre de 2010

imágenes que no terminan más

Suben cuatro pibes y una chica. Todos masomeno punk o glam o... ya no entiendo cuándo llegamos a confundir a un punk con un otra cosa. Pero *cómo cambiaron las categorizaciones acerca de las tribus urbanas en el país* no es un debate en el que me interiorizaré ahora.

La cuestión es que suben ellos y mientras sacan el boleto, ella me mira y levanta las cejas como buscando algún tipo de complicidad de mi parte con respecto al grupo de chicos. Por alguna razón receptiva o pseudo empática levanto las cejas como coincidiendo en todavía no sé qué. Dice: "estoy cansada. no puedo más. todo el día dando vueltas". Sus palabras tienen un sesgo torcido..su boca también. Decido sacarme uno de los auriculares y "me toma el codo". Tiene muchas cosas para contarme acerca de problemas con sus hijos, con su vida. Habla y carretea, y siempre vuelve a los hijos. Le hago algunas intervenciones: alguna pregunta, opinión. Ella me dice que soy "buena", que la interpreto. Entonces, cuando termina una frase me dice: "me interpretás?", en lugar de me entendés. La sigo, me mareo un poco.

De pronto, me confiesa que viene de intentar salir, distraerse. Fue a un club de solos y solas. Se quedó dormida del aburrimiento. Me empieza a explicar algo que requiere una lógica que claramente no manejo, así que asiento y confirmo: "claro, como que te chiflaste un poco, no?" y responde que sí, que está loca, que ella se genera su locura y que todo el día está pensando sin parar. Le pregunto: "Como un cassette en tu cabeza?". "No, como una película más bien. Larga, larga, con imágenes que no terminan más". "Parada, por favor".
Me pongo el auricular que me faltaba. En el fondo, alguien lee en vos alta: "tengo amigos de todos los credos. tengo amigos todos cerdos".

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